Vitaminas y Minerales Jamón Ibérico
Vitaminas y Minerales Jamón Ibérico
Nuestra dieta está estrechamente relacionada con nuestro sistema inmunitario. Una alimentación adecuada fortalecerá nuestro sistema inmune, la mejor defensa contra infecciones como la COVID-19. En el libro ‘Potencia tus defensas’ (Espasa, 2020), escrito por los doctores Escribano Zafra y Escribano Ocón, podemos encontrar todas las claves para reforzar nuestro sistema inmunitario a través de la alimentación. Juan Carlos Ruiz de la Roja, uno de los autores del libro Coronavirus. Prevención, pandemia y contención (Catarata, 2020), asegura que alimentos ricos en ciertas vitaminas, así como los hábitos de vida saludable ayudan a combatir el coronavirus.
Los expertos coinciden en que entre las vitaminas y minerales que tienen la capacidad de actuar sobre el sistema inmunológico se encuentran las vitaminas B, C, D y E, y los minerales como el hierro, el selenio, el cobre o el zinc, muchos de ellos presentes en el jamón ibérico.
Además, el jamón ibérico contiene una buena proporción de proteínas, que además de ser fundamentales para formar células de defensa, ayudan a recuperarse tras el contagio con el virus, mejoran la sensación de cansancio y favorecen la recuperación del paciente.
Vitaminas en el jamón ibérico
El jamón ibérico aporta vitaminas del grupo B, en concreto las vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, muy importantes para el crecimiento, funcionamiento y maduración del sistema nervioso, entre otras cosas. Hay evidencias de que los alimentos ricos en vitaminas del grupo B, siempre que mantengamos unos niveles adecuados en nuestro organismo, ayudan a la maduración de las células de defensa.
El jamón contiene también vitamina E, que junto al zinc y el selenio aportan propiedades antioxidantes, por lo que es un alimento ideal en los tratamientos anti-envejecimiento. Además, si se mantienen niveles adecuados de vitamina E, se favorece que los glóbulos blancos estén preparados para combatir los virus.
En general, la carne contribuye al 30-35% de la vitamina D que se consume, vitamina que podría provenir de la acción de la luz solar sobre la piel de los animales y/o de la alimentación de los mismos. Así, en los animales criados en extensivo, se espera que el contenido en vitamina D de su carne sea más elevado. La vitamina D incrementa las defensas evitando, no sólo el posible contagio por coronavirus, sino también las posibles complicaciones en el caso de contraerlo. Además, una exposición al sol de al menos 30 minutos al día nos aporta vitamina D.
Minerales en el jamón ibérico
El jamón ibérico contiene calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso (en menor cantidad) y selenio. De especial importancia son el hierro y el zinc, que están en cantidades suficientes como para cubrir las necesidades diarias. En el jamón de cerdos ibéricos de montanera el hierro y en general todos estos minerales son más abundantes que en el ibérico de cebo.
El hierro, muy abundante en el jamón ibérico, se encuentra en las carnes rojas y en las vísceras como el hígado, y aunque también está en muchas semillas, legumbres, germen de trigo, cereales integrales y frutos secos, el organismo asimila mucho mejor el hierro de los productos de origen animal, en forma de hierro hemo, que los de origen vegetal. La absorción del hierro se facilita con la presencia de vitamina C, es clave en la formación de células de la sangre y la oxigenación del organismo, y se relaciona con el sistema inmunitario.
El selenio está en las carnes rojas, en el jamón ibérico, y en casi todos los mariscos, pipas de girasol, las hortalizas y las nueces. Tiene efecto antioxidante y es un mineral importante en el desarrollo cognitivo y la memoria. La ingesta de selenio compensa la disminución de la respuesta inmune con la edad y mejora la respuesta inmune celular en general.
En cuanto al cobre, podemos encontrarlo en el hígado, frutos secos, marisco, cangrejos, vísceras, semillas, cereales de salvado de trigo y el chocolate. El consumo de jamón también contribuye al aporte de cobre.
El zinc está presente en los pescados, en los huevos, cacahuetes, guisante, o en el chocolate, aunque el zinc más fácilmente asimilable se encuentra en la carne. Es un antioxidante, importante en la función cerebral y en la memoria. En el jamón está en proporciones suficientes para cubrir las necesidades diarias. Este mineral es fundamental para el crecimiento y para facilitar la cicatrización de las heridas. La falta de zinc está además asociada con una pérdida de la percepción del gusto y el olfato. El organismo necesita zinc para activar los linfocitos T, que controlan y regulan la respuesta inmune y atacan células infectadas o cancerosas, por lo que la deficiencia de zinc reduce la eficacia del sistema inmune.
En resumen, cuando comemos jamón ibérico consumimos proteínas, vitaminas y minerales que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunitario, por lo que, al incluirlo en nuestra dieta como parte de un estilo de vida saludable, ayudamos a prevenir el contagio por coronavirus y favorecemos la recuperación en caso de contraer la enfermedad.
FUENTES
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