El precio y el valor nutricional de los alimentos están por encima de la sostenibilidad
Mucho se habla del creciente interés de los consumidores por vigilar la sostenibilidad de los alimentos que llegan a su casa… desde el momento en el que los está seleccionando en las estanterías de su supermercado. Sin embargo, como suele suceder, la realidad supera a la ficción. Y es que un estudio desarrollado por Klaus Grunert, profesor de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y publicado en el EUFIC (Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación), nos desvela que existe un desconocimiento, casi total, entre los consumidores sobre el etiquetado alimentario, algo que puede afectar al comportamiento de compra y consumo. O sea, que los consumidores, en el momento de llenar la nevera miramos antes el precio –y, en menor medida, el valor nutricional de los alimentos- antes que otros temas como el bienestar animal, la certificación de comercio justo o la huella de carbono… y eso que, durante los últimos 30 años se ha generalizado la inclusión de la información relacionada con la sostenibilidad en las etiquetas de los envases alimentarios.
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Para llevar a cabo su investigación, el profesor se ha dedicado a analizar que relevancia real tiene todo lo relacionado con la sostenibilidad en el contexto del consumo; si el comprador es capaz de comprender la información ética y ambiental incluida en las etiquetas; o cual es la importancia real que la sociedad le da a temas como la sostenibilidad o la sensibilidad social.
En la investigación han participado 4.408 consumidores de seis países, con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, a los que se les ha presentado un cuestionario con preguntas de lo más variado. Aquellos debían revelar sus tendencias y gustos en temas tan variados como hábitos de compra, preocupación con los temas relacionados con la sostenibilidad, comprensión de las etiquetas alimentarias, impacto que estas etiquetas tenían en ellos a la hora de elegir los alimentos… Al acabar con el cuestionario, a los voluntarios se les pedía que optaran entre cuatro posibilidades: etiquetas medioambientales (comercio justo, bienestar de los animales), etiquetas éticas (huella del carbono, Alianza para bosques), etiquetas con valor nutricional y precio de los alimentos.
Al final, como conclusión al estudio, se determinó que la mayor parte de los consumidores encontraban, en las etiquetas, poco comprensibles las referencias que se hacían a la sostenibilidad. Además, a ello habría que añadir que en cada país se le da un significado distinto a este concepto… aunque estas diferencias, a la postre, no resulten, en exceso, significativas. Y es que la mayoría de los encuestados asocian el concepto de sostenibilidad con el impacto medioambiental en la producción alimentaria, también entienden que es necesario cuidar de los aspectos éticos y de las futuras generaciones a través del comportamiento que se adopta en la actualidad. Al final, los temas que parecen preocupar más son los valores nutricionales y los precios.
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