Trucos para tener un vientre plano
¿Cuántas veces hemos visto casos (y, quizás, nosotros mismos) de personas que, pese a estar delgados, tienen barriguita? Son personas con físicos delgados o normales que no son capaces de dejar atrás su vientre abultado. Conviene no desesperarse y convencerse de que está en nuestra mano tomar medidas para resolver el problema. En realidad, las opciones son varias. Primero que nada sobre cómo regular nuestra alimentación.
.- Comer cuando se tenga hambre. Mejor cinco pequeñas ingestas que atracones
.- No saltarse ninguna comida
.- No llenar el plato
.- Levantarse de la mesa teniendo la sensación de que nos cabía más
.- Masticar despacio para digerir mejor y sentir sensación de saciedad
.- Saber que frutas, verduras y hortalizas nos aportarán agua y fibra
.- Optar por legumbres (bien cocinadas) o arroz integral antes carbohidratos
.- Vigilar la ingesta de embutidos
.- Consumir lácteos desnatados
.- Eso sí, salvo que lo diga el médico, no eliminar ningún alimento… pues todos son necesarios para nuestra salud.
Y ahora llega el momento del deporte. Y es que, es que, cuidando nuestra alimentación, podemos mantener nuestro abdomen a raya haciendo unos sencillos y saludables ejercicios…para los que tan sólo necesitaremos una esterilla y que habrían de seguir las siguientes pautas para evitar lesiones:
– Durante todo el ejercicio hay que mantener las lumbares pegadas al suelo. En ningún momento tenemos que notar que la espalda se arquea en esa zona.
– No hay que elevar mucho la espalda. Apenas levantar entre cinco y ocho centímetros del suelo la parte superior, a la altura de los hombros. Es más importante concentrarse en la contracción muscular que hacemos en la zona del ombligo que intentar subir mucho.
– Es suficiente con hacer esta tabla tres o cuatro días a la semana. Si se realiza de forma regular durante meses, sin duda se notarán los resultados.
Ah… una última cosa. En contra de lo que habitualmente se piensa, después de los ejercicios abdominales no es necesario hacer ejercicios de tonificación lumbar para ‘compensar’ el esfuerzo hacia el otro lado. Las lumbares ya se tonifican cuando estamos de pie o al caminar. En esa zona de la espalda hay que hacer estiramientos.