Cordero lechal en lata exportable a Europa
Todo discurre en Villerías de Campos, un tranquilo pueblo en el corazón de la Tierra de Campos. Allí, a comienzos del año 2008, los hermanos Paramio, hijos, nietos y bisnietos de pastores y queseros, decidieron, cómo forma de crecimiento empresarial, apostar por un producto innovador y un mercado por explorar nuevo para ellos: exportar cordero lechal castellano, enlatado y precocinado, al mercado europeo.
Todo un reto. Claro, que no era éste el primer salto al vacío de Mariano y Marcelo Paramio, que así se llaman los hermanos.
Primero fueron los quesos. Con ellos llegaron hasta Japón. Para el siguiente paso los dos empresarios comprendieron que tenían que mantener la evolución de su firma ofreciendo nuevos productos a nuevos mercados. Y se fijaron en los 2.500 lechazos y 1.200 cabezas churras que criaban en casa.
Así es como decidieron vender cordero lechal castellano precocinado y enlatado. Sin embargo, antes debían de resolver un problema de logística: dar con un adecuado método de transporte que, además, garantizara la adecuada conservación del producto –“y (en palabras de Mariano) sin el añadido de ningún tipo de conservantes”-.
La solución fue enlatar, al vacío, una cantidad aproximada de 3,5 kilos de cordero lechal, esto es, entre seis y ocho raciones –“hemos conseguido una caducidad de cuatro años sin necesidad de frío. Basta con calentar durante veinte minutos al baño maría y, luego, hornear durante otros quince para disfrutar de una buena comida”-. Hoy tanto los lechales como los quesos de los Paramio viajan por el mundo entero, desde la Unión Europea hasta Japón.
Blog de Lopez Ortega: #JamonLovers