Una impresora 3D de alimentos
Una empresa catalana acaba de desarrollar un curioso artilugio: una impresora 3D para dar forma e imprimir cualquier tipo de comida. Esta impresora 3D se llama Foodini y, después de haber recibido ya varios centenares de pedidos desde diversos países de Europa y América, comenzará a ser fabricada en China… en breve. Según sus fundadores, les han llegado muchos pedidos desde el norte de Europa, donde existe una gran afición a la gastronomía.
Los desarrolladores de la tecnología y fundadores de la empresa Natural Machines (Àlex Moreu, Rosa Avellaneda, Lynette Kucsma y Emilio Sepúlveda) han trabajado durante año y medio para dar forma a la tecnología sorprendente de esta impresora 3D de alimentos: una Foodini permite preparar comida utilizando la tecnología de impresión en tres dimensiones, haciendo posible dar cualquier forma a los alimentos que se imprimen, tanto dulces como salados, como hamburguesas, panes, chocolate o pasta.
Inicialmente, cada impresora 3D de alimentos costará, como precio de salida, unos 1,000 euros.
La impresora 3D de alimentos Foodini funciona con conexión a Internet y dispone de una pantalla táctil desde la que se pueden elegir recetas o diseñar un plato original. Su funcionamiento es muy similar al de una impresora 3D convencional, aunque en lugar de tinta, Foodini se carga con hasta cinco cápsulas con ingredientes, siempre que no sean líquidos ni sólidos muy grandes. La impresora 3D de alimentos Foodini, de aspecto similar a una impresora tradicional, crea los platos seleccionados imprimiendo finas capas de cada ingrediente. En realidad, y tal como destacan sus fundadores cada vez que tienen ocasiones, esta impresora 3D de alimentos puede crear todo lo que puedas imaginar. Por el momento, estas impresoras de alimentos 3D pueden funcionar con alimentos en forma líquida como chocolate, queso o masa de bizcochos.