No falla. Llega el verano y, con él, el calor y el cuerpo te pide comidas frescas y ligeras para combatirlo. Hazle caso. Eso sí, todo resultará más depurativo si no eliminas ningún nutriente de la dieta… algo que, por otra parte, no será necesario que hagas, puesto que hay muchas opciones para alimentarse de una forma sana y equilibrada.
Claro que, consumir alimentos menos elaborados no es sinónimo de comerlo todo crudo. Y es que las cosas cocinadas no es sinónimo, necesariamente, de comida pesada. Un ejemplo es el sushi, que cada vez tiene más seguidores y admite diferentes preparaciones, puesto que permite añadir distintos ingredientes: pescado, vegetales, marisco… todo ello combinado con arroz con vinagre. Después de cocinado, no hay que olvidar dejar que el sushi repose una hora tapado, para que se enfríe… y sea aún más apetecible en días de calor.
Otra interesante –y muy recurrente- propuesta culinaria, para los días en los que el calor aprieta son las macedonias, un delicioso modo de comer fruta. Lo mejor es optar por la natural y fresca, hecha en casa o comprada ya preparada. Sabrá mejor si se añade zumo de naranja o zanahoria.
Ni qué hablar del delicioso salmorejo o el gazpacho, dignos anfitriones de nuestro verano.