Un saco de dormir, un espacio reducido, escasez de mobiliario, mosquitos… Ir de camping suele estar relacionado con asumir una serie de incomodidades… o, lo que es lo mismo, prescindir de las comodidades que podríamos encontrar en nuestra casa, en un apartamento o en un hotel. Para poder aunar, en un solo producto los conceptos de vivir en la naturaleza y mantener las comodidades a las que estamos habituados, ha nacido el glamping, un nuevo concepto de acampada.
Esta moda turística está causando furor en todo el mundo. Básicamente, los partidarios del glamping respetan el concepto de acampada al aire libre, pero tanto el alojamiento en sí como los servicios son de auténtico lujo. Las tiendas de campaña dejan paso a tipis, yurtas o lodges decorados con buen gusto y equipados con cómodas camas king size y un baño privado con amenities, agua caliente y toallas de suave tacto.
Los propietarios de estas instalaciones suelen decir que en ellas el huésped encontrará las comodidades propias de un hotel. Sin embargo, esto no es del todo así, puesto que las estancias glamping no son establecimientos hosteleros al uso. En realidad, las estancias glamping se caracterizan por poseer un elevado componente ecológico. Y es que, generalmente, estos recintos están construidos con materiales reciclados y/o tienen instalaciones respetuosas con el medio ambiente.
En España, un ejemplo de instalaciones glamping lo encontramos en Lanzarote, en concreto en un recinto que es propiedad de Lanzarote Retreats y que ha sido diseñado y levantado utilizando piedra y otros materiales locales de tradicional uso, en Lanzarote, en la construcción. Aquí el cliente puede hacer uso de un alojamiento para seis personas dotado de huerto ecológico y piscina chill out. La propiedad también pone, a disposición de los huéspedes, un coche híbrido para las escapadas.
¿Qué te apetece descubrir el concepto glamping pero estás pensando en algo más modesto y salvaje? Si es el caso, una buena opción sería Cloud House Farm, en Sierra Bermeja (Andalucía). Aquí los propietarios ofrecen yutas hechas a mano y alimentadas por paneles de energía solar.
Se mire como se mire, los enemigos de los sacos de dormir y las tiendas de campaña escuchan la palabra camping y se echan a temblar… así que el glamping bien puede ser un modo de convencer a nuestros amigos menos aventureros a que nos acompañen de acampada. Y es que el concepto glamping nos ayudará a convencerles de que dormir en plena naturaleza puede ser una experiencia maravillosa para muchos… y que no han de preocuparse por la idea (pesadilla) para ellos de que van a utilizar unos aseos demasiado compartidos. A estos espíritus delicados, cuya versión de la aventura es reservar noche en un hotel de menos de cuatro estrellas, se dirige el fenómeno del glamping…. Atreveros!!
Blog de Lopez Ortega: #JamonLovers