¿Cómo disfrutar del jamón loncheado y envasado al vacío?
Much@s de vosotr@s cada vez más consumís jamón loncheado en packs envasado al vacío por temas de comodidad. Lo cierto es que es una buena manera de consumir jamón si no quieres hacerte con una pieza completa o te parece complicado el tema del corte. Hoy os voy a dar algunos consejos que os ayudarán a disfrutar del jamón loncheado al máximo.
Para empezar existen dos tipos de packs, los que el jamón va cortado a mano y los que el jamón va cortado a máquina. A mi personalmente me gustan más los primeros ya que las lonchas suelen ser de bocado, más sencillas de degustar y los aromas y sabores son más auténticos. Sobre todo solemos encontrar este tipo de sobres en el jamón ibérico. Pero es cierto que la mayoría de jamones blancos, vienen cortados a máquina. En cualquier caso los consejos se pueden aplicar a ambos.
Es importante que los sobres de loncheado no sufran cambios de temperatura bruscos ya que estos cambios pueden alterar las características organolépticas del producto. Si disponemos de un lugar fresco y que no le de el sol, una despensa, sótano o bodega por ejemplo, se pueden mantener perfectamente sin necesidad de ser refrigerados. Si no disponemos de ella, se aconseja conservar en el frigorífico hasta su degustación.
Si hemos optado por la opción de meterlos en la nevera, es aconsejable sacarlos de ella una media hora antes de ser consumidos para que el jamón se atempere. De esta manera podremos sacar las lonchas sin que se nos peguen.
También se aconseja que una vez que ha pasado esa media hora, abramos el pack y saquemos las lonchas para colocarlas en un plato de tal forma que se airén y pierdan el contacto con el plástico del envasado durante unos 10 minutos.
A veces se dan situaciones en las que no hemos previsto sacar el jamón con antelación y al abrir el sobre, si ha estado en el frigorífico, las lonchas están pegadas y nos cuesta separarlas. Para que esto no nos pase, podemos utilizar un método que es menos aconsejable que el anterior pero que puede sacarnos de un apuro. Abrimos el grifo del agua caliente y cuando el agua esté saliendo a una temperatura cálida (no demasiado caliente), ponemos el sobre cerrado debajo del chorro de agua y lo vamos moviendo para que el calor vaya extendiéndose por todo el sobre. Iremos viendo como el jamón entra en calor poco a poco. Unos minutos más tarde, secaremos el sobre por fuera y lo abriremos. En ese momento veremos como las lonchas van saliendo de una a una y sin pegarse.
En algunos restaurantes he visto como también tienen el jamón deshuesado en centros y refrigerado y cuando lo sirven lo ponen encima de platos calientes, esta opción no es nada recomendable ya que el golpe de calor que se le da al jamón es muy brusco y hace que mermen las cualidades del producto.
Una de los aspectos fundamentales para disfrutar del jamón es la temperatura de consumo, el jamón frio pierde aromas y sabores y demasiado caliente puede oxidarse. De entre 19 a 22 grados centígrados es su temperatura óptima de consumo.
Los packs de jamón si están envasado perfectamente (no pierden aire y el plástico de la bolsa está pegado completamente al producto) nos pueden aguantar entre 60 y 90 días.
Espero que este post os ayude a disfrutar al máximo de los packs de jamón loncheado y envasados al vacío.
También te puede interesar:
Cómo conservar un jamón entero, algunos trucos
Durante estos días estamos recibiendo varias preguntas a través de la web sobre cómo se debe conservar una pieza de jamón entera (con hueso) que no se vaya a consumir inminentemente. Hoy vamos a compartir con vosotros una serie de trucos importantes. Muchos de vosotros nos habéis comentado que el jamón… + Leer Más