Cómo afilar un chuchillo jamonero
No hay duda. Tener un buen cuchillo jamonero, bien afilado, resulta básico si lo que se pretende es conseguir unas lonchas de jamón ibérico en las que descubrir todos los sabores y matices del manjar. Y es que una loncha fina, según las opiniones de todos los expertos, permite un aroma y un paso por el paladar que quedarán ocultos en una loncha demasiado gruesa. Según diversos estudios y encuestas, entre los problemas más frecuentes con los que suele tener que enfrentarse un principiante a la hora de cortar unas lonchas de jamón, destacan cortar lonchas demasiado gruesas (83%), seguido por desconocer cómo cortar cuando se llega al hueso (43%), no saber cómo empezar a cortar el pernil (18%) y desconocer qué hacer para que no se seque (9%).
Vayamos por partes. Lo primero, antes de cortar, será afilar el cuchillo jamonero… un cuchillo jamonero que, hecho de acero inoxidable, será duradero y flexible… pero, también, instrumento que perderá su filo con muchísima facilidad. Así pues, para conseguir un buen afilado del cuchillo, habrá que hacerlo siempre en la misma dirección, pasando su zona más ancha por la parte superior de la chaira. Seguidamente, habrá que deslizarlo hasta abajo, intentando que toda la hoja del cuchillo pase por la zona de afilado. Esa misma operación se realizará por la otra cara del cuchillo y así, sucesivamente, hasta que tengamos el instrumento afilado. No hay que olvidar, bajo ningún concepto, levantar la hoja de la chaira una vez que se ha terminado el recorrido hacia atrás. En ese momento, habrá que volver el cuchillo a la posición de inicio y volver a empezar.
Con respecto a la inclinación que ha de darse a la hoja del cuchillo durante el afilado, está deberá de ser de unos 20º. Por lo que alude a los movimientos de afilado, estos habrán de hacerse de adelante hacia atrás –y no contra el filo-, levantando la hoja, una vez que se ha terminado el recorrido hacia atrás, y volviendo a la posición de inicio. También sería importante haber mantenido la chaira en remojo, al menos, un par de horas antes de ponerse a afilar. Luego, al acabar el afilado, sería conveniente pasarle un trapo al cuchillo. De esta forma, se eliminará un polvo metálico que podría darle un sabor y color extraño a las lonchas.
Te recordamos que la chaira lo que hace es asentar el filo para cortar mejor, sin embargo, si prefieres llevar a cabo un afilado o vaciado del cuchillo de forma profesional, existen cuchillerías que te lo afilan y vacían por unos 10 euros. Te dejarán el cuchillo listo y como nuevo para cortar jamón.