Cata de ginebras

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Pocos son los que sacarían el origen de la ginebra de tierras británicas. Sin embargo, no fueron los ingleses quienes inventaron esta bebida…aunque si fueron ellos quienes la popularizaron. Los genuinos inventores de la bebida fueron los holandeses, quienes dieron con ella allá por el siglo XVII. La idearon como remedio médico y curiosamente fue Wiston Churchill quien, al acabar la Segunda Guerra Mundial, dijo aquello de que el Gin Tonic había salvado más vidas que todos los doctores del país.

Teniendo en cuenta que en el mercado hay ginebras llegadas desde todas partes –desde el Reino Unido a Francia, EE UU, India, Nueva Zelanda o España (especialmente singulares son las menorquinas, como las de Xoringuer)- no estaría de más hacerse con algunas nociones acerca de cómo catar estos espiritosos. Y es que hay ginebras que incorporan azafrán, pétalos de rosa o (es la novedad más rediente en el mercado) la Whitley Neill, elaborada artesanalmente en Inglaterra con raíz de Baobab, un árbol africano y grosella del Cabo.

Lo primero que hay que saber es que catar una ginebra es algo relativamente complicado. Ello es debido a que el alto nivel alcohólico de la bebida (entre 43 y 47º) enmascara sus sabores y aromas genuinos.

El primer paso es elegir una copa que permita ver, oler y saborear. Dicho esto, lo más recomendable sería utilizar un vaso pequeño y amplio por su boca, tipo chupito, en lugar de copas o vasos tipo cóctel. Esto permitirá apreciar los aromas de la ginebra en el borde  superior. Al mismo tiempo, en la parte inferior del vaso, el calor de la mano aumentará la temperatura de la ginebra, permitiendo que los aromas fluyan de una forma más natural.

Lo siguiente será sostener el vaso a contraluz (o sobre un fondo blanco). Será el modo de apreciar el color distintivo de la ginebra. A continuación se comenzará con la cata en sí. Primero, en seco. Luego, añadiendo agua con el fin de potenciar aromas y sabores. Así, se reduce el contenido de alcohol de la ginebra y se liberan los contenidos fundamentales de los componentes botánicos.

Los siguientes pasos serán girar el vaso para oxigenar el líquido y recoger mejor sabores y aromas; oler profundamente, para identificar aromas (los más comunes son flores, cítricos, maderas, especias y frutas); y, por último, tomar un pequeño sorbo para poder apreciar sabores. Esto último se suele hacer introduciendo aire por la boca, para, seguidamente, expulsarlo por la nariz. De esa forma, el catador podrá percibir los aromas por vía retronasal. Después se traga o se tira. Será necesario tomar un poco de agua entre trago y trago para, así, limpiar la boca.

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