Sin lugar a dudas, es ésta una receta sencilla y rápida de hacer… tal y como se comprueba desde el mismo momento en el que uno se pone manos a la obra. Además, supone una excelente elección culinaria para todos aquellos que, queriendo disfrutar de las virtudes nutritivas y gastronómicas derivadas de comer pescado, o no son habilidosos en la cocina o no disponen de mucho tiempo. Ah… y se puede comer durante todo el año.
Ingredientes:
·Truchas
·Jamón ibérico cortado en dados pequeños
·Ajo, perejil, sal y aceite de oliva
Modo de elaboración:
Lo primero será picar unos dientes de ajo y sofreírlos, con un poco de aceite de oliva en una sartén. En el momento en el que el ajo comience a presentar un aspecto dorado, habrá que añadir a la sartén las setas cortadas en juliana y saltear, brevemente, todo el preparado. Segundos antes de retirar del fuego, se añadirán los daditos de jamón ibérico.
Toca ocuparse de la trucha. Para ello, y como si de un bocadillo se tratara, se colocará el salteado sobre uno de los lomos y se cubrirá con el otro (como si fuera un bocadillo). Seguidamente, se colocará la trucha en una fuente refractaria, rociándola con un poco de vino blanco e introduciéndola en el horno (precalentado a 200ºC) hasta que esté en su punto. Transcurridos 7 minutos, se sacará la trucha del horno y se espolvoreará con un buen puñado de perejil fresco picado.
Ojo: el jamón ya contiene sal, por lo que habrá que tener tiento a la hora de sazonar el salteado.
Blog de Lopez Ortega: #JamonLovers