Cuando llegue el 21 de junio, día en el que el verano comienza oficialmente, las vacaciones ya estarán a la vuelta de la esquina. Por esta razón, no estaría de más empezar a elegir la playa en la que queremos pasar nuestras vacaciones… algo nada fácil, teniendo en cuenta que España, con 638 banderas azules, es el país, de toda la Unión Europea con más banderas de este tipo. Con todo ¿Nos dejas que te recomendemos 10 destinos playeros?
Playa de Rodas (Pontevedra)
Varias veces catalogada como la mejor playa del mundo, este regalo de la naturaleza es una estampa de fina arena blanca y agua turquesa situado en las Islas Cíes (Pontevedra), concretamente en la Isla Monteagudo, a tan sólo 45 minutos en barco desde el puerto de Vigo o el de Baiona. Hay que tener en cuenta algo antes de dirigirse hasta allí: su acceso, durante los meses de verano, está limitado a sólo 2.200 personas por día.
Playa de Covachos (Santander)
Más que una playa, Playa de Covachos parece una zona encantada por el color verde esmeralda del agua cuando el sol la golpea de lleno, y por el entorno que la rodea. A pocos kilómetros de Santander, la Playa de Covachos está considerada por muchos como la mejor de Cantabria. Llama la atención el istmo que se forma cada mañana, debido a la bajamar que une la playa con un diminuto peñón situado a apenas 100 metros de la misma. Zona totalmente virgen, esta playa es frecuentada por los nudistas.
Playa de Castro de Baroña (A Coruña)
Ubicada en la bella localidad coruñesa de Porto do Son, este arenal, que se extiende por una superficie de 500 por 50 metros, contiene –belleza natural aparte- una de las que están consideradas joyas arqueológicas de Galicia: el Castro de Baroña. Calificado de Bien de Interés Cultural y datado en el siglo I antes de Cristo, este resto de nuestro pasado espera en esta playa de arena de color oro, también conocida por el nombre de playa de Arealonga. Delfines y naturistas son asiduos de esta playa.
Playa de la Granadella (Alicante)
Pequeño tramo salvaje del litoral alicantino, esta hermosa cala alicantina de diminutas piedrecitas, situada junto al Cabo de la Nao, es tan pequeña como mágica. Rodeada de un precioso bosque de pinos mediterráneos, las aguas que recortan la arena son tranquilas, ideales para la práctica del snorkel. Sus aguas son lo más parecido a un puzzle de colores azules: desde un azul suave de la orilla, a uno intenso del mar, con el azul cielo siempre reinando en el horizonte levantino. Prohibido no pasar un día allí situ destino vacacional es la Costa Blanca.
Playa de Bolonia (Tarifa)
Playa con muchos adictos, se dice de esta playa del término municipal de Tarifa que es la mejor de España. Rincón de ensueño virgen del litoral nacional, la playa de Bolonia se extiende a lo largo de cinco kilómetros de longitud y 90 de ancho. Tapizada de arena fina y dorada, y bañada de aguas transparentes, la playa de Tarifa cierra, por uno de sus lados, con unas majestuosas dunas de casi 30 metros de altura. Los atardeceres, con el sol escondiéndose sobre las tierras africanas de Tánger, resulta difícil de olvidar.
Playa de Zahara de los Atunes (Cádiz)
Esta coqueta playa es otro de los pequeños paraísos del litoral gaditano. Ocho kilómetros de playa sin masificación alguna hacen las delicias de sus visitantes. El amanecer es uno de esos mágicos momentos que uno debe guardar en su retina en Zahara. La calidad y la limpieza de la arena y del agua compensan de sobra la temperatura del baño, algo fresquito. Sus pocos pero cuidados chiringuitos permiten degustar un riquísimo pescaito frito disfrutando de uno de los paisajes más bonitos del sur de Andalucía.
Playa de Monsul (Almería)
¿Y qué decir de este lugar? Pues decir que la playa almeriense de Monsul, en Cabo de Gata, es un arenal virgen de arena fina y oscura rodeado de fantástica formaciones rocosas talladas por el viento (entre ellas, la roca volcánica La Peineta es sencillamente de una belleza impactante).
Playa de Cavallería (Menorca)
Ubicado en el pueblo de Cavallería, este mini Caribe menorquín conforma un rincón de cuento de princesas, de los pocos que quedan ya en nuestro país. Su arena, de color miel, junto al azul turquesa penetrante de su agua, dibuja una playa de apenas un kilómetro donde la sensación de naturaleza es total. Puedes, además, aprovechar y darte un relajante baño de barro en uno de los extremos de la playa.
Cala Salada (Ibiza)
Está a sólo 10 minutos, caminando, de la bella localidad ibicenca de San Antoni. Conviene caminarlos para acercarse a Cala Salada. Pintoresca y remanso de paz para sus visitantes, esta playa enamora por el majestuoso color de sus aguas, azul verdoso. Rodeada de pinares, y casi virgen, Cala Salada apenas llega a los 100 metros de extensión. Sin embargo, pese a sus pequeñas dimensiones, hasta la Duquesa de Alba, visitante habitual del paraje y bañista de sus aguas, se ha rendido a su encanto.
Playa del Papagayo (Lanzarote)
Una joya insular en la preciosa isla de Lanzarote, a tan sólo unos minutos del Monumento Natural de Los Ajaches. La playa del Papagayo, de dos kilómetros de longitud, destaca por el contraste entre su arena fina y dorada y el color turquesa de sus aguas, así como por las formaciones rocosas volcánicas que la delimitan. En el horizonte, Fuerteventura y la enigmática Isla de Lobos, aparecen ante nuestros ojos conformando un paisaje muy peculiar.
Blog de Lopez Ortega: #JamonLovers